Pleitesías al Tata Q’aqcha, el Cristo protector
Por: Ivert Elvis Fuertes Callapino (*)
Para conocer el sincretismo religioso que encierra a la tradicional Bajada del Tata Q’aqcha (o Tata Q’aqchu, como indican algunos mineros), se ha procedido a realizar un trabajo de campo que permite conocer una información más cercana respecto a las expresiones orales que se manifiestan antes y durante esta festividad, para ello, un grupo de mineros de la Sección Encinas de la Cooperativa Minera Compotosí, cuya cooperativa cuenta con alrededor de 25 secciones establecidos en todo el Cerro Rico de Potosí, han relatado ampliamente los usos y costumbres que se realizan para la celebración del Carnaval Minero. La Sección Encinas, ubicado en la parte sudeste del majestuoso Cerro Rico de Potosí, cuenta con 80 socios y cerca de 500 trabajadores mineros, es la sección más grande de esa cooperativa.
Para Merino Pérez Porto, la pleitesía es una “acción de reverencia, hacia una personalidad, un tributo u homenaje que una persona o un grupo de individuos rinden en honor a ésta”, se manifiesta a través de diferentes actos rituales y tradiciones costumbristas a una deidad, imagen religiosa u otros que ostentan poder.
Las deidades
Dentro de las costumbres mineras, existen tres deidades que los mineros le rinden respeto y veneración de días y fechas determinadas, por una parte “El Tío” y, por otra parte, el Tata Q’aqcha y la advocación mariana representado por la Virgen de la Candelaria y la Virgen de la concebida, pero, ¿Cuál es la diferencia entre ambos?
Máximo Rodríguez menciona que en el interior de la Mina Encinas se encuentra El Tío, al que le rinden diferentes ritos los días viernes de cada semana, por su parte, en los días previos al Carnaval, se acostumbra venerar al Tata Q’aqcha, y a la Virgen de la Concebida. Tanto el Tata Q’aqcha como la virgen de concebida se encuentran en el exterior, en una capilla construida para ambas imágenes, don Máximo destaca que alguna vez, un viernes por agradecimiento y tradición, ingresan a la capilla, ponen velas y ch’allan al “Q’aqchito” y la Virgen, pero la costumbre semanal de los viernes es al Tío; ni el Tata Q’aqcha ni la virgen no ingresan dentro de la mina, ambos se encuentran en el exterior.
El Tío
Rodríguez asevera que el tío es el dios de las profundidades, “el patrón a quien nosotros veneramos adentro, siempre cada día por donde pasamos ahí está nuestro tío en un rincón, siempre saludando respetuosamente, es como otra persona adentro”, la connotación de esta cosmovisión, demuestra un alto respeto que los mineros tienen hacia el tío de la mina, no está condicionado el hecho de acompañar o ch’allar al tío los días viernes, ya que puede realizarse también en otros momentos, esto se acomoda según el tiempo o cuando haya oportunidad de ch’allar al tío.
Los elementos que se emplean para acompañar al Tío son el alcohol puro, la coca y el cigarro (piltunchu), don Máximo relata que se ingresa a ch’allar al tío, ya sea para agradecer por las buenas vetas encontradas en la mina, o para pedir que el tío les libre de accidentes, para evitar castigos relata don Máximo. La costumbre radica en compartir con el tío, darle hojas de coca, alcohol y cigarro. En fechas próximas al carnaval, un elemento que no debe faltar además de los ya mencionados es el membrillo y el confite, ya que según dicen los mineros, “cuando ingreses a la mina, siempre te tienes que llevar membrillo y confite porque el tío está suelto”, vale decir que el trabajador debe estar muy pendiente de ofrecer pleitesía al Tío.
El Tata Q’aqcha y la Advocación Mariana
El Tata Q’aqcha es la imagen del Cristo crucificado, para los mineros es el Dios que se halla en el exterior de las minas de Potosí, la celebración hacia esta deidad y a la advocación mariana, es como el que se realiza para una fiesta patronal, con las características o particularidades de los mineros, quienes no acostumbran nombrar pasantes o alféreces, éstos nombran un comité de festejos, que cumple el rol de pasantes. La celebración al Tata Q’aqcha es de forma anual, para las previas del Carnaval, culminando en la Bajada del Carnaval Minero; de hecho, todo inicia con las veladas, todos los mineros hacen el acompañamiento, previamente, éstos se han organizado en diferentes grupos, quienes deberán asistir a las veladas llevando consigo bebidas espirituosas, hojas de coca y el cigarro, este acto se realiza en todas las cooperativas y secciones donde cuentan con la imagen del Tata Q’aqcha y la advocación.
Las previas al Carnaval Minero
Las veladas y demás expresiones culturales que se realizan para el Carnaval Minero, inician tres semanas antes del Martes de Ch’alla relata don René Avisa Flores; la fiesta del Carnaval es una fecha movible, sin embargo, la celebración del Carnaval Minero, está en relación al martes de ch’alla; por su parte, don Henry Cipriano Avisa Menchaca destaca que Potosí es la única ciudad en la que los mineros celebran al Tata Q’aqcha, ya que otras regiones mineras como Porco, Llallagua y otros no lo hacen con tanto fervor como en Potosí; en la Sección encinas, todo inicia el jueves previo a la bajada, con las tradicionales veladas, la duración es día y noche, se conforman grupos a los que todos los grupos de trabajadores deben asistir a la velada, sin importar la hora al que les tocó, puesto que algunos deberán asistir en la mañana, en la tarde, en la noche o en la madrugada de forma ininterrumpida, esta velada culmina en la mañana del día sábado, el día que iniciará el Carnaval Minero.
La bajada
Don Oscar Chavarría enfatiza que, en el pasado, la Bajada del Tata Q’aqcha, iniciaba en los diferentes socavones que se encuentran en el Cerro Rico de Potosí, y ello fue cambiando con el transcurrir de los años, ingresando a esto las famosas danzas del acervo nacional que acompañan a los comités de festejos en esta tradicional bajada, cuyo escenario principal es la Av. del Minero; mientras que en el siglo anterior, sólo los mineros de la sección acompañaban en una especie de romería con su atuendo de trabajo, el guarda tojo, serpentina, mixtura y demás, como se trabajaba normalmente, pero celebrando al Q’aqchito destaca el entrevistado.
La intención de los mineros o de quienes se harán cargo de la fiesta del próximo año, siempre es el de mejorar lo que ya se hizo recalca Chavarría, para que el Tata Q’aqcha sea también más benevolente.
El Tata Q’aqcha se halla en un pequeño retablo de culto popular o una urna cuya forma es el de la Catedral Santiago Apóstol de Potosí, en realidad, la mayoría de las secciones de las diferentes cooperativas mineras emplean una hornaza que asemeja a la catedral potosina, a inicios sólo las cooperativas mineras contaban con los Tata Q’aqchas, posteriormente, las demás secciones fueron contando con sus propias imágenes, de hecho, la imagen que se encuentra en la mina Encinas, es la más antigua, cuenta con alrededor de 76 años.
(*) Es socio de número de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí – SIHP.
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